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05 Jul
05Jul

Antes de analizar el impacto que está trayendo y que todavía nadie sabe muy bien con que magnitud lo va a ser, hay que entender que es la IA de una forma sencilla. Viene a mejorar la inteligencia humana, dando pronósticos a futuro mucho más acertados, generando cálculos que nos llevaría muchos más años poder resolverlos. Esto se inició en 1950, cuando se desarrollaron los primeros métodos y algoritmos de IA, y recién a partir de 1990, cuando se llega al Machine Learning (Aprendizaje Automático) se empieza a vislumbrar como esta herramienta podía ayudarnos. No fue, sino, que el 2006 aparece el Deep Learning y que vino a dar ese empujón de innovación.  

Pero primero, ¿Qué es el Deep Learning? Antes de remontarnos en su historia, debemos conocer en qué consiste este tipo de inteligencia artificial. 

El Deep Learning es el campo que permite a la máquina aprender por sí sola de los errores y la información que recibe. 

Sus algoritmos son capaces de identificar patrones y anomalías. De esta forma, pueden crear un modelo donde aprender y prevenir futuros errores. Hoy en día, en ciertos casos, todavía se confunde con otro sector como es el Machine Learning. Hay que tener en cuenta que ambos conceptos se basan en la Inteligencia Artificial. (Fuente: Universidad de Alcalá) 

Ahora a lo nuestro, ¿Cómo impactaría a los consumidores?. En el comportamiento. No hace falta imaginar mucho, únicamente tenés que ir al supermercado más cercano, agarrar los productos que necesitas y simplemente te vas.  ¿Pero eso no es robo? No con la IA.  El tema es que no haría falta ni siquiera escanear los productos. Así lo explica Randy Falco Jefe Técnico de AIFI

"La visión tecnológica de la empresa es convertir a negocios minoristas en lugares de contactos seguros con una experiencia autónoma de compra" 

y agrega que 

"todo se trata de remover la parte humana del sistema"

¿En cuánto tiempo? No se sabe, pero ya sabemos como son estas cosas, de la noche a la mañana empiezan a aparecer cosas. Yo vivo en una ciudad en el interior de Argentina y hay una farmacia que tiene un brazo robótico que ordena los medicamentos según la salida que tienen. Aclaro...Argentina. No me quiero imaginar ciudades más desarrolladas.  Las tiendas físicas han estado cerrando sus puertas a un ritmo sin precedentes. 

Gracias a la pandemia de COVID-19 y a los cambios en los hábitos de los compradores, más de 15 500 establecimientos minoristas cerraron definitivamente en 2020, y se prevé que cierren otros 80 000 para 2026. 

El proceso comenzó.  Estamos ante una transición como nunca antes se vivió en la humanidad, por un lado, estamos evolucionando con las herramientas necesarias para facilitar las transacciones y tener mejores experiencias de compra. ¿Pero qué paso en términos humanos? No llegamos a evolucionar internamente lo suficiente como para manejar tanta tecnología y es así donde yace el problema actual del mercado con las nuevas generaciones.  Ellas nos piden empatía, nos piden que las entendamos, que las escuchemos. Ya no alcanza con el término VENDO y del otro lado COMPRO. Hoy hay que generar una relación auténtica, basándonos en valores humanos (dignos), ecológicos y por supuesto con una operatividad acelerada.  

El cliente lo quiere ayer, que le respondas mientras está durmiendo y que ya tengas otro producto para cuando se termine de levantar. 

Entonces, para concluir, por un lado la tecnología nos facilita las operaciones y nos ayuda en términos de inteligencia, pero otro nos aleja cada vez mas en cuanto a empatía se trate. 

Para mi los Soft Skills cada vez van a tener mas protagonismo.

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